lunes, 20 de mayo de 2013

Intermitencias

De pequeña intenté varias veces hacer un diario, y como me pasa con este blog, intermitentemente escribí y dejé de hacerlo. Basta ya de falsas promesas como "sí, ahora voy a retomar este blog y escribiré a menudo" he llegado a la conclusión de que soy así. Pasaran épocas de "no producción" a veces muy largas, otras más breves, pero este blog siempre seguirá justo en el punto en el que lo he dejado, ni más arrugado ni amarillento, como pasó con mi pequeño diario, sino exactamente igual como lo dejé. 
Es agradable hojear aquellas cosas que tiempo ha escribí y transportarme a esos momentos. Quiero creer que mi vida ha cambiado a mejor y algunas de las cosas que antes me atormentaban están adquiriendo un papel secundario en mi vida.
Si bien,en cuanto a otros asuntos "nada me han enseñado los años, siempre caigo en los mismos errores, otra vez a brindar con extraños y a llorar con los mismos dolores".
Aquí dejo un texto que escribí hace tiempo puesto que en este momento no estoy para nada inspirada.



He tenido tantas experiencias en las que todo acababa mal, en las que me sentía abandonada por la otra persona, que es inevitable que me hayan dejado huella. Y siempre, justo antes de que me dejaran… me venía ese horrible presentimiento que me decía “Claudia, algo va mal” y siempre suplicaba estar equivocada, que todo fuera una paranoia… pero nunca lo era. Bajo las aparentes justificaciones lógicas subyacía un trasfondo de realidad, una enorme y fría falta de interés por parte de la otra persona de modo que cualquier cosa (“es que tenía que hacer un trabajo”, “es que tenía que acabar una peli”, “es que…”) era mejor que estar a mi lado. Y era cuestión de tiempo que la otra persona también se diera cuenta y decidiera mandarme a la mierda. Hoy me he sentido así y vuelvo a rezar a dioses que no creo y a suplicar al destino para que esté equivocada. Como siempre pondré de mi parte, intentaré trazar planes alternativos para compaginar con aquello que sea un impedimento para vernos o hablar, me rallaré más de lo posible y nunca tiraré la toalla, hasta que de nuevo él lo tenga que hacer. Entonces yo… dejando caer una triste lágrima por mi mejilla que seguirá a otra y otra, mientras permanezco completamente inmóvil, intentaré pensar que eso ha sido lo mejor y hacer como si la otra persona nunca hubiera existido. No sé proceder de otra forma y no veo nada de positivo en lo que hago actualmente. Solo me queda esperar que todo se arregle, o que nunca se haya estropeado y volver a encerrar en ese fatídico baúl estos sentimientos que hoy han explotado. Sólo me queda esperar… no podría haber llegado a una conclusión más penosa…


Una vuelta al blog muy pesimista, lo sé, pero hoy mis ánimos, atolondrados por la inminencia de los exámenes y la posiblilidad de suspenso, no me incitan a otra cosa. Hasta el 14 de junio, fin de mis exámenes, no se puede esperar otra cosa de mi. El día 15 volveré a mi amada Tabarca, como cada año, a pasar una de mis mejores semanas de verano :D
two .

No hay comentarios :

Publicar un comentario